06-03-2016 La crónica del Primer Equipo

  La Peña vuelve a la senda del triunfo, despues de cosechar tres empates consecutivos y una derrota, demostrando luces y sombras, estas últimas mas bien fuera de casa. Las luces una vez mas brillaron en casa, con algún matiz que no empaña el gran esfuerzo empleado por los locales, para solventar este difícil compromiso  ante un rival directo, que demostró un futbot muy particular.

   Un encuentro muy peleado serio, con ambos conjuntos muy metidos en el partido con mucho ritmo, que se decantó a favor de quien mas pegada tuvo a lo largo del mismo.

   Salida fulgurante de los locales,  que para el minuto dos ya tenían en su haber tres llegadas con peligro. Los locales seguían insistiendo con la misma intensidad, y pronto Pastor conseguiría el primer tanto del partido, al dejar plantado a su defensor con un hábil regate, disparando el balón muy pegado a la cepa del poste, que a pesar de la estirada del meta nada pudo hacer para evitar el gol.

   Dos juegos diferentes emplearon ambos contendientes. Los locales mas que tocando el balón, desarrollaban un juego mas directo, con desplazamientos a la espalda de la defensa, pero les faltaba acompañar la segunda jugada a los despejes de los defensores. Los visitantes por su parte, con un esquema en bloque tanto en ataque como a la hora de defender, buscaba el pase entre lineas ante la zaga local, que hizo trabajar en numerosas ocasiones al meta Dani que tuvo que salir a despejar el balón con los pies, tanto dentro del área como fuera de ella, quizas la zaga local permitió alguna facilidad al rival al no guardar la linea que tiene que marcar la defensa.

    Un empujón muy claro y contundente  cometido sobre el jugador local García dentro del área, pudo y debió ser sancionado con penalti, pero el árbitro no lo vió ó no lo quiso ver, estas faltas fuera del área se pitan todas, sea a favor de uno y otros.

    El encuentro seguía muy intenso, con los dos equipos muy centrados en el juego, unas marcas muy pegadas y basculaciones en bloque sin dejar espacios, lo que era muy difícil la circulación del balón.

La segunda mitad trascurrió por los mismos derroteros, pero eran los de casa quien se acercaban con mas peligro. Pastor conseguía su doblete para poner tierra de por medio. De nuevo el mismo ariete, García era objeto de falta en una entrada por detrás dentro del área, que el árbitro como en la primera jugada hizo caso omiso a las reclamaciones de los jugadores locales.

   Los visitantes hicieron tres cambios a la vez con ánimo de potencial mas en ataque, descomponiendo si cabe el dibujo táctico, que habían empleado en el trascurso del encuentro,  pero tenían que arriesgar con un marcador claro en contra, un gol les metería en el choque. Pero el gol subiría en el casillero local, obra de Miguel, al ejecutar un excelente disparo al borde del área grande.

  El choque bajó en intensidad debido al claro marcador a favor local, y la competitividad empleada a lo largo del partido pasó factura física, tanto a locales como visitantes.

   Con el encuentro roto por completo, las llegadas se producían en las dos áreas, las mas claras por el bando local, en las incursiones tanto de     Carmelo como de Pastor, pero les faltaba la resolucción final. Disponiendo por parte visitante tres ocasiones, la primera un centro envenenado al área pequeña, que Dani tuvo que tirar de reflejos en tres acciones para atrapar el balón muy cerca de la linea de gol. La segunda el delantero no acierta con un contundente disparo al borde del área chica, mandando el balón al larguero. La tercera en un libre indirecto dentro del área que se sacó sin consecuencias para el marcador. En esta última el árbitro si fue valiente para pitar perdida de tiempo al meta  Dani, lo que le faltó en las ya referidas y mas claras a todas luces.

  Sin tiempo material para mas, acabó el encuentro sin peligro para el marcador, pero si es verdad sufriendo los locales, como ya es habitual en los últimos minutos de la disputa, pero en esta ocasión el trabajo bien hecho ya estaba realizado.  

 

CRONICA JOSE LUIS GURREA